miércoles, 5 de marzo de 2014

El día de difuntos de 1836 (Mariano José de Larra)

En este articulo Larra hace una critica a la sociedad de Madrid  centrada en el día de los difuntos , según el autor Madrid era el cementerio cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento y cada corazón la urna cineraria de la esperanza o un deseo, lo que van a visitar el cementerio son los verdaderos  muertos, los familiares que van a visitar en el cementerio tienen paz, poseen la única libertad posible sobre la tierra, la que da la muerte; no pagan contribuciones que no tiene, no serán alistados, ni movilizados, ellos no son  presos ni denunciados, son los que gozan de libertad de imprenta porque ellos hablan  mundo, ellos no reconocen  más que una ley, la imperiosa ley de la naturaleza.

Larra siente impotencia por no tener libertad, no se encuentra cómodo; para el la vida ya no tiene sentido ya no le queda esperanza:”mi corazón es más que otro sepulcro ¿Qué dice? Leamos. ¿Quien ha muerto en él.¡Espantoso letrero!¡Aquí yace la esperanza!” .En el artículo el paisaje de  la noche oscura:”una nube sombría lo envolvió todo. Era la noche. El frío helaba mis venas” refleja las características del romanticismo donde se muestra  la tristeza que posee, ya no es feliz en el mundo, ya no quiere vivir más.

Hay una frase del articulo que me ha llamado mucho la atención  “El sabio en su retiro y villano en su rincón, creo que quiere decir que en este mundo en  el que vivimos hay pocos sabios  y en cada esquina hay algún “villano” (por así llamar a la gente que actúa mirando solo por su bien y sin preocuparse de los demás, por ejemplo, los políticos) acechando a su próxima presa.






                                                                                  Celia Solera Ledesma 4ºesoA

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