Federico
García Lorca fue un célebre poeta del siglo XX, perteneciente a la
generación del 27, el cual destaca por sus obras llenas de viveza y
sentimiento.
La
casa de Bernarda Alba y
Bodas de sangre fueron escritas por él, entre otras. Su
inspiración era la de las antiguas historias que escuchaba de
señoras que acudían a los corros, y éstas solían ser de amores no
correspondidos, adulterios conocidos pero silenciosos, etcétera.
Una de sus características es el papel que la mujer posee en los
versos de sus escrituras, que se presenta como la cuidadora del hogar
y quien realiza todas las responsibilidades de madre y esposa, un
claro ejemplo sería en Bodas de Sangre, en el que aparece Leonardo y
su familia, y las encargadas de cuidar al bebé son las mujeres; su
esposa y suegra.
Además,
penetra en el interior de sus almas para expresar sus sentimientos y
emociones frustradas que no pueden mostrar al exterior debido a la
situación que están viviendo que les presiona. Lorca define sus
obras como un drama de mujeres en los pueblos de España. Se encarga
de conceder el protagonismo a ellas. No individualiza a cada uno de
sus personajes femeninos, sino que las trata como un conjunto, con lo
que sugiere que algunos de los problemas reflejados en la obra
afecten a todas las mujeres en general. Otorga a cada una de éstas
edades semejantes y nombres parecidos, que frecuentemente describen a
la persona, como en el caso de Angustias en La casa de Bernarda
Alba, que se trata de una
persona triste y atormentada. Además de esto, no describe la
aparencia fisica de la mujer, tal vez para que nos concentremos en
sus ánimos y pensamientos.
En
“La casa de Bernarda Alba“ la propia Bernarda trata a menudo a
sus hijas como si fueran una sola, pues las ve como títeres sin
voluntad, como cuando dice expresiones como: Fuera de aquí todas“,
“Vosotras al patio“ … Éstas no tienen libertad de expresión,
pues Bernarda ejerce un control absoluto sobre ellas y las tiene
reprimidas ante la sociedad.
En
el teatro de García Lorca abundan las criadas, en parte por la
estructura social de la época en la que se encontraba, donde las
sirvientas eran habituales; y en parte porque Lorca pasó su infancia
rodeado de criadas. De todas las que aparecen en La casa de
Bernarda Alba, la que más
destaca es la vieja Poncia, que hace referencia al típico papel de
criada que es fiel a su amo pero le guarda rencor.
La
ausencia absoluta de personajes masculinos en escena contrasta
significativamente con la presencia asfixiante de la masculinidad en
los diálogos que mantienen las mujeres.
En
las obras de Lorca la sociedad era machista, ya que la mujer era
considerada inferior al hombre.
La
mujer es presa de un final trágico y siempre sufre por el homre. En
Bodas de Sangre, los varones mueren, pero aquellas que padecen son
las mujeres. En La casa de Bernarda Alba, por el contrario, muere
Adela, pero toda la familia acaba siendo martirizada. Por lo que
podríamos resumirlo en el hecho de que las mujeres son al final
aquellas que reciben las tragedias de los hombres, ya sea indirecta o
directamente.
Ana
Bandera, Luisa Carrégalo,
Carmen
Gallego, Elena Gómez y Celia Solera, 4ºA
No hay comentarios:
Publicar un comentario